Reducir esta carga tributaria se considera indeseable por los efectos fiscales y su incentivo a combustibles fósiles.
El precio de la gasolina ha empezado a pasar factura en el costo de vida de los hogares y en la capacidad adquisitiva de los colombianos.
De acuerdo con los más recientes datos del Dane, en octubre, la división de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles fue la que más contribuyó a la inflación anual vista, aportando 2,41 puntos porcentuales.
Esto ha llevado a que se generen propuestas para manejar el impacto que esto está teniendo en los consumidores. Una de estas ha sido el proyecto de ley que fue radicado ante la Cámara de Representantes y que busca eliminar el impuesto nacional y el IVA.
En términos de recaudo fiscal este propuesta implica una reducción de $9 billones en el recaudo de la Nación, según cálculos de Julio César Vera, presidente de Xua Energy.
Cabe destacar que del precio de la gasolina, entre 18% y 20% del costo total del galón está dado por impuestos, que se dividen en 5 en total: impuesto nacional, IVA, impuesto al carbono, IVA al distribuidor mayorista y una sobretasa local. De estos, la sobretasa local y el impuesto nacional son los que mayor participación porcentual tienen.
La eliminación de los impuestos significaría que el precio del galón de este combustible podría disminuirse en cerca de $2.700 por cada galón. Esto, teniendo en cuenta que el precio promedio vigente para las principales ciudades es de $14.564.
Vera opinó que “desde el punto de vista energético, racionalización en el consumo, fiscal y más hoy en una escenario global de descarbonización y transición energética, sería un error eliminar los impuestos a los combustibles y más pensando en cómo reemplazar fiscalmente a nivel nacional y regional los $9 billones al año que se recaudan por dicho concepto y de los cuales cerca de $3,6 billones corresponden a la sobretasa a los combustible”.
Vale la pena destacar que este último tributo es de carácter local y regional de libre destinación, que es la base fundamental de la financiación de estas regiones para mover proyectos.
Ahora bien, uno de los puntos a destacar tiene que ver con el estándar internacional. De acuerdo con Vera, esta participación porcentual sobre el valor del combustible está por debajo de la de países de la región con condiciones económicas similares.
Expuso que este tipo de tributos tienen como objetivo reparar el costo social de por el uso de un bien contaminante y “que genera deterioro sobre la infraestructura de un país, en este caso las vías principalmente”.
Por este motivo, estos impuestos suelen utilizarse con el objetivo de desestimular el consumo de estos combustibles.
De hecho, es por este motivo que el Gobierno Nacional ha mantenido la política de aumentar el precio de los combustibles, eliminando los subsidios que se están dando por medio del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc).
En septiembre, el presidente Gustavo Petro afirmó que “hemos eliminado totalmente el subsidio a la gasolina, nos parece que deben eliminarse completamente los subsidios a los combustibles fósiles en el mundo”.
Por este motivo, se han llevado a cabo incrementos sucesivos que han llevado a que el precio de la gasolina ya se haya equiparado al precio de paridad internacional e incluso superado, de acuerdo con estimaciones de Vera.
Sin embargo, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, expresó que esta cartera aún estima que se deben hacer dos incrementos más en el precio de este combustible tras lo cual se dejará que este flote. Esto quiere decir que en lugar de regularse por medio del Fepc se actualizaría diariamente de acuerdo con el precio internacional del Brent y la tasa de cambio.
Con respecto a los impuestos, Vera señaló que no es recomendable eliminar impuestos para disminuir el precio de la gasolina, puesto que generaría el efecto opuesto al que se ha buscado con los incrementos graduales.
Destacó que ya el combustible tiene valores por debajo del estándar. Tal es el caso del IVA, que en lugar de ser el 19% establecido para los bienes y servicios en general, para estos es de 5%.
De igual manera, el impuesto al carbono está en US$5 por cada tonelada, mientras que a nivel mundial es de US$20. Por esta razón, señala que incluso hay presión para que suban incluso estas cargas tributarias.
“Lo que sí se podría considerar es que el llamado impuesto nacional a los combustibles, que representa hoy el 4% del precio final de la gasolina, sea variable”, remató.
La propuesta para el caso del diésel
El proyecto de ley radicado en el Congreso de la República también contempla la eliminación de este impuesto para el diésel. De acuerdo con Vera, en el caso de este combustible los tributos significan 15% del valor total para los consumidores.
Con respecto a este combustible, el Gobierno ha preferido no iniciar la senda de incrementos, argumentando el impacto que podría tener en la inflación, que aún se mantiene a doble dígito.
Sin embargo, se espera que una vez se termine la senda de alzas en gasolina se continúe con este.
Vera afirma que el impuesto nacional para el Acpm que se ubica en 2% del precio final también podría usarse como variable para compensar cambios muy bruscos que se den en los precios.
Fuente: Portafolio