Se espera que con esta medida se genere un menor gasto para el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc)
Las carteras de Hacienda y Minas y Energía, encabezadas por Ricardo Bonilla e Irene Vélez respectivamente, lanzaron un borrador de un decreto para comentarios en el cual se adiciona el Decreto 1068 de 2015 en relación con el mecanismo diferencial de estabilización de precios de la gasolina corriente motor (GMC) y el aceite combustible para motores (Acpm).
El borrador propone determinar el mecanismo diferencial para los grandes consumidores en donde el ingreso al productor fósil de la gasolina motor corriente y el Acpm o diésel para los mencionados agentes deberá ser como mínimo el precio de paridad internacional y este no aplicaría a empresas generadoras de energía ubicadas en Zonas No Interconectadas (ZNI).
Con esta medida, los ministerios estiman que la aplicación del mecanismo diferencial de estabilización de grandes consumidores generará un menor gasto para el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc) y, por tanto, una menor incidencia negativa en las finanzas públicas de la Nación.
El borrador expone que los recursos públicos destinados a garantizar menores precios de combustibles son altamente regresivos porque benefician principalmente a las personas con mayores ingresos.
«Los recursos destinados a financiar precios locales de combustibles líquidos fósiles menores a los internacionales para estos grandes consumidores podrían ser asignados a inversión o gasto público social con mayores rendimientos sociales para promover el desarrollo sostenible».
Y se propone hacer una focalización a esos beneficios para incentivar así la transición energética al proyectar un impacto en las decisiones de consumo e inversión de los agentes del mercado de combustibles.
El déficit del Fepc
Según el documento publicado, el Fepc hasta el 2019 acumuló un déficit por $14,2 billones, que ascendía a $17,0 billones incluyendo los intereses causados a favor de la Nación. Esto porque el Fepc no contaba con fuentes corrientes que le permitieran honrar sus obligaciones con los productores y, por tanto, el Gobierno nacional sirvió de acreedor con el Fepc por medio de créditos extraordinarios del Tesoro
nacional, y emisión de TES de este último y pagos a nombre del Fepc a terceros.
En 2020, «se observó una pequeña posición neta superavitaria del Fondo principalmente asociada al relativo bajo precio internacional del petróleo durante la pandemia».
Sin embargo, en 2021 y 2022, el resultado del diferencial de compensación de los precios de los combustibles líquidos, es decir, el precio local y el de referencia internacional y otros factores, el Fepc acumuló un déficit histórico por $11,4 billones (1% del PIB) y $36,7 billones (1,5% del PIB).