Asobares prevé que la reducción de la jornada laboral, según lo estipulado en la ley, genere en el sector un incremento de 4,17% de costos totales laborales por mes.
Reducir la jornada laboral de 48 horas a 42 horas parece ser un dolor de cabeza para los bares, o por lo menos, así lo expresó Asobares, que aseguró que la ley 2101, que entrará en vigor el próximo 15 de julio, representaría un aumento de costos para el sector e incluso afectaría la cantidad de personas formalizadas.
La noticia llega en un momento en el que, según las cifras del gremio, 77,97% de los establecimientos han reportado reducciones en sus utilidades, debido a la alta inflación, que en el caso de las bebidas alcohólicas llegó a 11,59% en mayo. Ahora que los altos números han empezado a dar tregua, se enfrentarán al inicio de la reducción de una hora en la jornada laboral.
“Considerando el ingreso medio de los trabajadores del sector de bares y restaurantes se estima un incremento total de 142,86% de su costo marginal con la reducción de la jornada. Este porcentaje se traduce en un incremento de 4,17% de los costos totales laborales por mes”, dijo Camilo Ospina Guzmán, presidente de la junta directiva de Asobares.
Ante la reducción de esta jornada, LR contactó con bares de las principales ciudades de Colombia, quienes compartieron la preocupación del gremio. Juan Pablo Valenzuela, propietario de Oye Bonita en Medellín y líder de Asobares Antioquia, dijo que la medida “encarece la nómina formalizada y promueve la informalidad”.
Por su lado, Felipe Martínez, quien es socio y DJ de Excéntrica Club en Bogotá, dijo que la ley los ha obligado a realizar ajustes en la planificación y gestión del personal, sin embargo, se han adaptado a esta situación por medio de la optimización de recursos y una mayor eficiencia en la asignación de tareas.
Además, si bien la reducción de las horas laborales representará un reto para varios establecimientos, aquellos que tienen a sus empleados bajo la modalidad de turnos no se verían tan afectados. Manuel Pineda, empresario en Cali y líder de Asobares Valle, dijo que no ven a la aplicación de esta ley como una prioridad en los costos. “Tenemos una afectación mucho más grande en la inflación y en el incremento de impuestos. La mayoría de nuestro personal está contratado por turnos y no por nómina fija, por lo cual el incremento en un recargo de unas horas no sería representativo frente a los demás problemas que tenemos”, dijo el empresario.
El sector también ha estado en la incertidumbre por la posibilidad de que haya un aumento de la jornada nocturna, el recargo nocturno y el dominincal. Según explicaron los representantes del gremio, el aumento de 25% para el recargo nocturno y el dominical en el contexto económico actual sería perjudicial para el sector.
Esto significaría que los bares y discotecas tendrán que pagar cinco horas adicionales por 1,75 su valor entre semana y 2,5 veces su valor los fines de semana. “Afectaría la cantidad de personas formalizadas ante la inviablilidad de los micronegocios de mantener este nivel de costo, a los precios que venden”, concluyó Ospina.
Inflación, otro problema para el sector
La inflación no ha sido ajena a los empresarios de los bares, pues estos también han sufrido fuertes aumentos en los precios, en medio de la escalada inflacionaria que se dio especialmente en el primer semestre. Estos insumos son necesarios para realizar las bebidas en dichos recintos. Juan Méndez, dueño de Salvador en Bogotá, dijo que con los incrementos es difícil asumir la situación, porque están haciendo esfuerzos extra, pero solo para cubrir los costos y no para buscar ganancias. De igual forma, Gerhard Hodwalker, director administrativo de Nautilo en Barranquilla, expresa que las alzas han llegado hasta 30%.