Expertos en la materia advierten que esto ha derivado en nuevos desafíos para quienes no quieran quedarse atrás.
Uno de los procesos que más dolores de cabeza le ha generado a los empresarios en lo corrido de este año es, sin duda, la implementación de la facturación electrónica, que si bien se venía avisando desde hace buen tiempo, muchos dejaron para último minuto y en este momento están corriendo para ponerse al día y evitar requerimientos por parte de las autoridades tributarias.
La obligatoriedad de la facturación electrónica es una apuesta de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales para modernizar los sistemas de seguimiento a la economía, ingresos y gastos de los colombianos; para hacer frente a delitos como la evasión de impuestos y garantizar que no existan subregistros, tanto en las empresas, como entre los consumidores, con el fin de aumentar el recaudo.
Frente a los orígenes de esta medida, Óscar Mauricio Moreno, cofundador de F&M Technology – E-Bill, contó que todo comenzó en el año 2019 mediante un proceso de concientización y pedagogía a los diferentes actores que hacen parte de esta cadena. Así mismo, explicó que todo fue voluntario en un principio, pero desde este año comenzó la obligatoriedad, que se ha aplicado de forma escalonada.
“Este proceso de transformación digital ha venido evolucionando año tras año con la introducción de nuevos documentos obligatorios, generando -a su vez-, importantes oportunidades como la implementación de la factura electrónica como título valor, que beneficia a las empresas que cumplen con el sistema de facturación electrónica, de la mano de los proveedores tecnológicos y sistema electrónico de negociación autorizados”, dijo.
Proceso automatizado
Adelantándose un poco hacia los cambios que se vienen en el corto y mediano plazo, Moreno indicó que uno de ellos es la automatización, en el que, con la lección aprendida, ahora se debe acudir a herramientas que agilicen los procesos y eviten que las personas deban estar encima de cada uno para que puedan funcionar.
“Un ejemplo de esto puede ser la automatización de cuentas por pagar, un complemento en las plataformas de facturación electrónica que permite el acceso a los proveedores -en tiempo real- a información crítica como facturas electrónicas, órdenes de compra, certificados de retención, llevando el proceso hasta su aprobación y pago”, dijo el vocero de E-Bill, que a su vez resaltó que el tiempo libre también es dinero por ganar.
En este sentido, recordó que con la Resolución 042 de 2020, la Dian introdujo el modelo de validación previa y muchos desarrollos en la industria han apuntado a aprovechar esto, para lograr que la emisión de facturas electrónicas se convierta en punto de agilidad que le genere espacios para que las empresas se puedan concentrar en otros frentes productivo.
“Esta novedad se refleja en las cifras reportadas por la Dian. Para el primer semestre de 2024 se registraron más de 600.000 facturas en la plataforma Radian, lo que representa un 1,7% del PIB, en documentos endosados. Se espera cerrar en el 2024 con cerca de un millón de facturadores electrónicos, evidenciando un incremento del 2.340% respecto al inicio de la obligatoriedad”, dijo Óscar Moreno.
Este experto cerró advirtiendo que a pesar de los esfuerzos significativos por parte del Gobierno a través de la Dian para optimizar los procesos relacionados con la facturación electrónica, muchas empresas enfrentan grandes desafíos en la gestión integral de estos documentos, ya que esta masificación de factura electrónica no aborda completamente la complejidad de la recepción, aprobación y pago de las facturas por parte de las empresas.
“Este vacío le puede generar a las empresas errores operativos y retrasos en los procesos financieros afectando la relación con sus proveedores, adicionalmente la integración de la factura como título valor, suma un nivel de complejidad que requiere de una solución tecnológica avanzada que asegure el ciclo de vida de la factura electrónica de manera segura”, concluyó el vocero de F&M Technology – E-Bill.
Fuente: Portafolio