Son diversas las variables que continúan influyendo en el billete verde. Esto es lo que proyectan los analistas.
En el último mes, el dólar ha tenido una escalada que lo ha llevado de los $4.164 a los $4.331. La diferencia es de $167, lo que se traduce en un incremento de 4 %.
Las razones han sido varias, según los analistas consultados. Gran parte se debe a los precios del petróleo, ya que el crudo se ha visto afectado por los conflictos que persisten en el Medio Oriente.
Al ser Colombia un exportador de petróleo, lo que pase con este combustible impacta en sus finanzas y, claro, en la cotización del dólar en el país.
Desde el 7 de octubre la referencia Brent (que es la que aplica para el país), ha pasado de los US$80,93 por barril a los US$76,05. Por lo general, entre menos dólares estén circulando en el territorio nacional, más se encarece el precio de esta divisa.
Por esta misma razón es que los analistas continuamente están pendientes de las decisiones que tome la Reserva Federal (Fed) en torno a las tasas de interés, pues mayores recortes (recordar que ese banco central ya inició la temporada de reducciones) se pueden traducir en más oportunidades de inversión y, de nuevo, un mayor ingreso de dólares para el país.
Aún así, tras el recorte que la Fed ya ha implementado el impacto en el dólar no ha sido tan protagónico, pues este continúa por encima del umbral de los $4.200, distante incluso de los $3.800 que registraba antes de que comenzaran a bajar las tasas en Estados Unidos.
Según lo explicado a este medio por Diego Franco, jefe de Inversiones de Franco Capital Asset Management, se espera que el dólar inicie esta semana con nuevos repuntes, pudiendo rondar los $4.340 o los $4.365. ¿La razón?: el efecto negativo que ha generado la caída de los bonos americanos sobre los bonos emergentes.
“Colombia ha tenido una semana muy compleja en bonos y parte de esos bonos se están liquidando para retirarse del país y buscar activos refugio, entonces en la apertura de semana tendremos algo de ruidos, pero al final el dólar se modera”, aseguró Franco.
Su análisis apunta a que la divisa cierre la próxima semana por debajo de los $4.300.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Values AAA Banca de Inversión -BVC, Álvaro Humberto Ojeda, considera que en el corto plazo el norte que le siga dando la Fed a las tasas seguirá teniendo una influencia importante en el precio del dólar, así como otros elementos macroeconómicos, como la evolución de la inflación en Estados Unidos y su balanza comercial (si se quiere que el dólar baje se necesitaría que el país norteamericano aumente sus importaciones desde Colombia).
“También es necesario tener en cuenta que las expectativas de los consumidores sobre la economía y la política pueden influir en el valor del dólar. En cuanto a lo que podríamos esperar del dólar para los próximos días, es difícil predecir con certeza. Sin embargo, algunos analistas sugieren que la tendencia a la baja del dólar podría seguir debilitándose debido a la creciente incertidumbre económica y política”, señala.
La proyección de analistas financieros más reciente sobre el dólar la publicó esta semana Fedesarrollo, en su Encuesta de Opinión Financiera.
En el reporte se recuerda que la tasa de cambio cerró septiembre en $4.164, con una depreciación mensual de 0,1 %. Para el cierre de octubre, los analistas creen que esta se ubicará entre los $4.190 y los $4.250, con $4.200 como respuesta mediana.
Para el cierre del año, los mismos analistas consideran que el billete verde estará en los $4.150.
Aún así, hay que tener en cuenta que la volatilidad del dólar depende bastante del contexto internacional. Si, por ejemplo, se agrava el conflicto en Medio Oriente es muy probable que el billete verde cobre protagonismo como activo refugio, lo que aumentaría su demanda y, por ende, su precio.
Si, por el contrario, el panorama se hace más sereno, con mayores reducciones en las tasas de la Fed, mejores crecimientos de la economía y desaceleraciones más pronunciadas de la inflación, el dólar podría experimentar un descenso de cara al peso colombiano.
Fuente: El Espectador