De ley de financiamiento a reforma tributaria: la nueva propuesta del congreso

Para algunos sectores del Legislativo, no se puede aprobar una reforma tributaria a ciegas.

Una vez puestos sobre la mesa los primeros planteamientos del Ministerio de Hacienda respecto a lo que tienen planeado para la ley de financiamiento con la que busca los $12 billones que le hacen falta en el Presupuesto General de la Nación del próximo año, al parecer las cuentas no terminan de convencer al Congreso, donde ya se tienen algunas propuestas para proteger la estabilidad fiscal del país.

Y es que a menos de una semana de que se venza el plazo para aprobar el monto general de gastos del presupuesto 2025, en el Senado y la Cámara no habría caído muy bien que el Gobierno hubiera ligado la inversión a la necesidad de hacer un cambio al esquema tributario, puesto que en ciertos grupos políticos se vio como una presión que no va bien, teniendo en cuenta la coyuntura económica actual.

Pasar a una reforma

El presidente del Congreso, Efraín Cepeda, habló sobre una propuesta que puso a consideración del Minhacienda durante las reuniones para revisar el Presupuesto General de la Nación, la cual consiste en desligar la ley de financiamiento de este proyecto y mejor tramitar todo como una reforma tributaria el próximo año.

“Es una proposición firmada por un número plural de congresistas que va en ese sentido, porque creo que no es responsable con el país, ni es responsable con el Congreso de la República, aprobar una reforma tributaria a ciegas. Porque si bien ayer se nos dieron algunos plumazos de lo que podría ser la reforma, pues eso requiere primero un articulado, segundo un estudio de fondo, tercero mirar con los sectores afectados también poderlos escuchar”, indicó Cepeda.

El Presidente del Senado advirtió que “una reforma tributaria es un tema de mucha responsabilidad para nosotros simplemente incluir $12 billones allí sin saber qué se va a aprobar o qué no se va a aprobar cuando se presente. Yo he dicho que lo responsable es que discutamos el presupuesto general de la Nación 2025 sin esos $12 billones, luego discutamos por aparte la reforma tributaria y lo que de allí saliera se hace en un presupuesto adicional, como se hizo con la reforma tributaria anterior”.

Así las cosas, si se siguiera el camino que plantea el senador Cepeda, el presupuesto del otro año bajaría a $511 billones, eliminando el recaudo esperado por la ley de financiamiento, y se dejaría todo dispuesto para debatir con celeridad una nueva tributaria en la segunda mitad de este período legislativo, que comienza en febrero.

“Aprobar algo así es dejar abierto un camino que no sabemos hasta dónde puede llegar, hasta dónde se pueda aprobar. Por eso decimos, primero la reforma tributaria y luego adicionamos el presupuesto, eso está absolutamente arreglado, hace un par de años lo hicimos así, por lo que es un camino que ya sabemos que se puede, pero cuando tengamos certeza sobre todo lo que se quiere”, manifestó Efraín Cepeda.

Implicaciones de reforma

La ley de financiamiento y la reforma tributaria, aunque similares en algunos aspectos, tienen diferencias clave en su propósito y alcance. Según José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, la primera es una figura relativamente nueva que se utiliza específicamente para cubrir un déficit en el presupuesto nacional, por lo que su objetivo es asegurar un determinado monto de ingresos.

“Esto está definido por el artículo 347 de la Constitución Política que autoriza al gobierno a proponer una ley que permita conseguir nuevas rentas o modificar las existentes para completar un faltante en los rubros del presupuesto de la nación. Sigue trámite expreso en el Congreso, quiere decir que las funciones económicas trabajan de manera conjunta y puede ser aprobada y discutida en paralelo a la discusión de la ley de presupuesto”, dijo Restrepo Abondano.

Por otro lado, la reforma tributaria, como explica Carlos Rodríguez, socio Esguerra JHR, tiene un enfoque más amplio y general, con el que se dirige principalmente a modificar el Estatuto Tributario para ajustar tarifas y bases de impuestos, como el de renta o el IVA, sin necesariamente estar vinculada a un déficit presupuestal. Su propósito principal es optimizar el recaudo fiscal, aunque también puede incluir cambios estructurales que afectan el sistema tributario en su conjunto.

“Son leyes que tienen un enfoque dirigido al recaudo a largo plazo a las tarifas y bases de impuestos como el de renta o el IVA a iniciativa del Ejecutivo; más allá de dar soluciones urgentes a un escenario de equilibrio presupuestal, puesto que ante un presupuesto deficitario se hacen reformas de naturaleza tributaria que afectan el recaudo, pero que están también dirigidas a la activación económica”, agregó Rodríguez.

Régimen Simple

Luego de que se conociera la propuesta de ley de financiamiento, aún sin estructurar en un documento oficial, el representante Wilmer Castellanos, coordinador ponente del Presupuesto 2025, dijo que hay cosas que le gustan, pero otras que le inquietan.

“Generan incertidumbre temas contradictorios como el planteamiento de subir el IVA del 5% al 19% a los vehículos híbridos o la de imponer IVA a los servicios de Airbnb. También subir el impuesto a las emisiones de carbono por las implicaciones en el precio de los combustibles o la posibilidad de plantear el pago de impuestos vía no deducibilidad de predios improductivos de las personas jurídicas”, dijo este congresista.

Por último, una de las críticas más llamativas es la del exdirector de la Dian, Lisandro Junco, quien sostuvo que no se está construyendo sobre lo que ya se tiene, sino que básicamente se hace borrón y cuenta nueva, desconociendo los casos de éxito que hay en la historia reciente frente al recaudo tributario, como el alcanzado con el régimen simple de tributación.

“Lo que buscábamos era lo mismo del monotributo y era combatir la informalidad con un sistema tributario sencillo. Y lo logramos porque el simple logra que se fusionen diferentes tipos de impuestos y cargas de cumplimiento y allí usted encuentra el impuesto a la renta, el impuesto a las ventas o el IVA. También unifica impuestos municipales como el Impuesto de Industria y Comercio, el Impuesto de Avisos y Tableros y la Sobretasa Bomberil”, indicó Junco, para quien todo esto hacía más fácil la tributación a pequeños empresarios.

Respecto a sus resultados, cerró diciendo que “esta simplicidad ha generado un recaudo histórico en el que, con corte a julio del 2024, sólo el régimen simple ya llegó a los $1,8 billones, es decir, todo lo que se recaudó en todo en el año 2023”, al tiempo que recalcó que la intención de acabarlo nace del disgusto de este Gobierno porque “no fue creado por ellos”.

Fuente: Portafolio

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