La complejidad del proceso, a cargo de la Dian, exigiría más esfuerzos para su ejecución.
La facturación electrónica es una de las estrategias con las que recientemente el Gobierno Nacional viene combatiendo flagelos como el atraso tecnológico en los procesos tributarios y la evasión o subfacturación de impuestos, y si bien ha logrado grandes avances tras la entrada en vigencia de esta medida, de acuerdo con los expertos, todavía queda mucho por hacer antes de llegar a un escenario ideal.
Con este proceso digital, las empresas ya no emiten sus comprobantes de compra o venta mediante documentos de papel, sino que se generan certificados virtuales que se envían a los correos electrónicos de los clientes y se reportan en tiempo real a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), que podrá llevar un seguimiento más detallado de los ingresos, tanto de los ciudadanos de a pie, como de las empresas.
No obstante, si bien este trabajo es crucial, actualmente la Dian todavía se está encontrando algunos casos en los que empresarios, mayoritariamente pequeños y medianos, no han logrado cumplir cabalmente con la norma y por tanto han tenido que enfrentar sanciones o llamados de atención por parte de esta entidad.
Retos en el camino
Con el fin de conocer un poco mejor lo que está pasando en este tema, Portafolio conversó con Lluís Cañadell – CEO de Treinta, firma experta en estos temas, quien sostuvo que lo primero que se debe dejar en claro es que se ha hecho un gran trabajo de pedagogía, el cual ha tenido como principal obstáculo las barreras de acceso a tecnología.
“La Dian ha hecho un trabajo importante para brindar información de valor que ayude a los comerciantes a modernizarse y comenzar a utilizar los distintos mecanismos de emisión de documento electrónico. Sin embargo, es importante conocer las barreras que aún persisten para que negocios pequeños y medianos logren acceder a las herramientas disponibles, como la digitalización e inclusión financiera”, dijo este experto.
Para Cañadell, más allá de señalar los errores que se puedan estar cometiendo, es necesario tener presente que llegar a un punto óptimo de facturación electrónica exigirá mayores esfuerzos por parte de las entidades a cargo, incluso llegando a ser necesaria la participación de otros sectores, privados y públicos, pensando principalmente en aquellas empresas que no hacen parte de las grandes superficies.
“La implementación de una nueva normativa siempre presenta desafíos significativos para todas las partes involucradas. Es un proceso complejo que puede enfrentar diversas dificultades. Sin embargo, no podemos afirmar que haya habido errores específicos en la entrada en vigencia de la norma”, agregó.
En este sentido, el CEO de Treinta fue claro en resaltar que “más bien, creemos que las dificultades que se presentan son parte del proceso natural de adaptación y ajuste que conlleva cualquier cambio regulatorio, el cual, para superar estos desafíos y lograr una transición efectiva y eficiente, requiere el compromiso de todos los que podamos aportar a que las cosas se hagan bien y se cumpla la norma”.
No hay sanciones inmediatas
Cabe resaltar que, de acuerdo con lo dicho por la Dian, cuando se adoptan medidas como el cierre temporal de establecimientos u otro tipo de medidas correctivas, hay que tener presente que ya se hizo un proceso de acercamiento previo, en el que se explicaron los errores u oportunidades de mejora que los empresarios puedan estar cometiendo.
“La entidad siempre se asegura de que el obligado a facturar cumpla los requisitos establecidos en el Estatuto Tributario, entre otros, para el caso de personas naturales que sus ingresos por ventas superen las 3.500 UVT, que corresponden a $ 148.442.000 (un promedio diario de $ 412.338)”, explicaron desde la Dirección de Impuestos.
En este sentido vale la pena recordar que en 2023 se llevaron a cabo más de 50.000 visitas y solamente en 3.300 de ellas se formuló pliego de cargos, lo que lleva al posible cierre del establecimiento una vez se surte el debido proceso y se otorgan todas las garantías para el derecho de defensa. No hay que olvidar que el 15 de diciembre de 2020 finalizó el calendario para la adopción de la factura electrónica en el país.
Pedagogía y acompañamiento
En esta charla con Portafolio, Lluís Cañadell – CEO de Treinta, indicó que la comunicación y el acompañamiento hacia los contribuyentes, especialmente los pequeños negocios, es clave para explicar de manera clara los requisitos y beneficios de la facturación electrónica. Así mismo recordar que ya existen sistemas como el POS, que integra el servicio de documento electrónico equivalente para apoyar a los usuarios en el cumplimiento de las normas vigentes en esta materia.
Este analista cerró recordando que no se puede pasar por alto la resiliencia y capacidad de adaptación de las empresas en Colombia, las cuales han superado diversos retos, tanto sociales como normativos, razón por la cual no duda en que pronto se superará el reto que hoy en día genera un fuerte debate en el país.
“Los negocios pequeños y medianos han sido muy resistentes al cambio y a los procesos de digitalización, basta con brindar herramientas intuitivas y fáciles de utilizar, que faciliten la gestión diaria de estos negocios. Además, es importante promover conciencia sobre la importancia de cumplir con las obligaciones tributarias, no solo como una responsabilidad legal, sino como una oportunidad para mejorar la transparencia y la eficiencia en sus operaciones”, concluyó.
Por último, la Dian ha sido enfática en recordar que la evasión fiscal es un delito y que cuando las personas exigen la factura electrónica en sus compras y pagos de servicios ayudan a combatirlo y a que Colombia tenga los recursos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Así mismo, agradeció a los ciudadanos que han usado oportunamente los canales oficiales de denuncia para reportar este tipo de irregularidades.
Fuente: Portafolio